Mi paisano suele tener 1 ó 2 canciones buenas, que a mí me gusten, en cada CD que saca. Esta vez ha sido sólo una: "Agua Pasada", pero la ha clavado!
Si alguno entre los futuros lectores-fantasmas de este blog (ninguno ha dejado traza hasta ahora de su paso por él) ha pasado alguna vez el desamor que sigue a un amor intenso, que escuche esta canción sabinera porque descubre todos los entresijos del asunto con bisturí de cirujano (bueno)del Mount Cedar Sinai. Y si no os lo creéis, ahí va, sentencia tras sentencia, la letra de la canción:
"Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas."
Es genial!: lo que más jode es tener que acordarse donde guardamos ese pijama que nos regaló y que no usábamos nunca --para qué si no iba a durar puesto-- hasta ahora!!!
Yo hubiera escrito: "carnes separadas", pero quizás hubiera estado demasiado explicado, para el torpe oyente con tres másters en el extranjero hubiera estado más clarito y la criatura lo hubiera agradecido.
"Los malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los móviles que insultan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño".
El sueño, en su vuelo impredecible, es el que nos traerá los recuerdos de vivencias y momentos con la que era nuestra pareja. El jodido insconsciente/subsconsciente no acepta que aquello terminó y sigue rememorando situaciones pasadas de felicidad. Y qué decir del asqueroso móvil ese que no suena!, ya nadie nos llama y parece que el cacharro lo sabe, nos desprecia con su superioridad tecnológica y fría. Además los "pulsos" los tenemos alterados, tenemos ansiedad, y muy pocas ganas de dormir.
"lo atroz es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que dé igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta esté saldada"
Aquí sí que ya está claro: se acabó! Me importa un comino que "llegue" yo antes o que "llegues tú", la espera se ha convertido sólo en cortesía hasta que acabes o acabe, sin embargo, antes lo hacía por amor y ansias de dártelo todo. Ya no eres la única, sino una más: lo que me diste, te lo delvolví con creces.
"Las canciones de amor que no quisiste
anadn rodando ya por las aceras,
las tocan las orquestas de los tristes
pa que baile donnadie con cualquiera"
Además, ahora estoy seguro de tu ingratitud. No supiste apreciar nada de lo que yo te dí: mi adoración por tí, mi paciencia, las ganas de agradarte --de ahí las canciones que te escribí-- de hacerte sentir que eras la más especial del mundo para mí. Nada de eso valoraste, pues bien, ahora se lo daré a cualquiera a cambio de sexo y compañía.
"Las maletas que llegan sin su ropa
giran perdidas por los aeropuertos,
la pasión cuando pasa es una copa
de sangre desangrada en el Mar Muerto".
No puede ser más cruel y descriptivo: eres ya para mí como una maleta con el cierre roto que perdió toda la ropa: yo no seré el que te reclame ¿para qué? Volver a tí sería tan imposible, la pasión que sentí por tí está tan degrada que ya no puede volverme a hacer efecto, como una sangre vertida en un mar esteril, sin asomo de vida.
"Remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos,
cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos."
Esto se ha acabado, para siempre! Y ahora ¿qué? pues nada, a volver a cuidar de uno mismo: eso incluye lavado, plancha, limpieza y, sobre todo, "orden" (una jodida virtud que no sirve para nada, pero que es necesaria si te has quedado solo y quieres encontrar los calzoncillos por las mañanas).
"Peor es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que dé igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta esté saldada"
En este verso ya se vé que el Joaquín se cansó ... hay que terminar la canción y no se le ocurre nada más. Pero bueno, los seís versos anteriores son geniales! Y en la música se nota la mano de Javi Carretero con la programación de teclados y baterias.
A disfrutarla, que merece la pena ... ya me contaréis alguno qué os pareció, o al menos eso espero.
martes, 26 de enero de 2010
lunes, 25 de enero de 2010
Muñoz Rojas
"Mira este campo verde, estas encinas
y estas rosas, llévalas contigo siempre,
sin olvidar que el día nunca acaba
cuando cada reloj, en cada alma,
dé doce golpes lentos al silencio.
Mira este campo verde, las encinas
reposan en la niebla, la niebla
enreda paz y paz sobre los campos.
Quién pudiera perderse en la niebla,
quién pudiera perderse sin sentirse.
Yo nunca olvidaré que tu palabra,
tu palabra, mi amor, vino a buscarme
frente a encinas también, frente a rosales,
campos secos y sin lluvia,
y tomando mi mano me condujo.
Te esperaré, mi amor, pero la lluvia,
la lluvia sobre el campo, sobre el alma".
...
Cuando se secaba el tallo de mi cardo
llegaste en aquella primavera umbría
En el caserón arqueológico helado,
las rosas brotaban antes que alegrías
Lo blanco de su corazón de polvera
se mostró casi intacto, como de nardo
Ni heladas, lagartos, abejas o vientos
que quisieron secarlo lo estropearon
Apenas lo miraste, una mariposa
salió a volar de su corazón al techo
Luego quedó solo pero no vencido
se irguió recio con la lluvia y con los versos
Ya puedes cortarlo para tu corona
qué más pueden desear los tristes cardos
que adornar a las vírgenes de la Sierra
llegando a ser eterna ofrenda en los vasos
de la ermita de Yeguas y de los Llanos.
y estas rosas, llévalas contigo siempre,
sin olvidar que el día nunca acaba
cuando cada reloj, en cada alma,
dé doce golpes lentos al silencio.
Mira este campo verde, las encinas
reposan en la niebla, la niebla
enreda paz y paz sobre los campos.
Quién pudiera perderse en la niebla,
quién pudiera perderse sin sentirse.
Yo nunca olvidaré que tu palabra,
tu palabra, mi amor, vino a buscarme
frente a encinas también, frente a rosales,
campos secos y sin lluvia,
y tomando mi mano me condujo.
Te esperaré, mi amor, pero la lluvia,
la lluvia sobre el campo, sobre el alma".
...
Cuando se secaba el tallo de mi cardo
llegaste en aquella primavera umbría
En el caserón arqueológico helado,
las rosas brotaban antes que alegrías
Lo blanco de su corazón de polvera
se mostró casi intacto, como de nardo
Ni heladas, lagartos, abejas o vientos
que quisieron secarlo lo estropearon
Apenas lo miraste, una mariposa
salió a volar de su corazón al techo
Luego quedó solo pero no vencido
se irguió recio con la lluvia y con los versos
Ya puedes cortarlo para tu corona
qué más pueden desear los tristes cardos
que adornar a las vírgenes de la Sierra
llegando a ser eterna ofrenda en los vasos
de la ermita de Yeguas y de los Llanos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)